viernes, 27 de septiembre de 2019

Un blog literario y familiar, multipolar y asintótico.


                    Érase una vez un blog bidimensional para toda nuestra familia, que se acercaba a la excelencia desde el infinito y tendía para siempre hacia ella con una infinitesimal y valiente obstinación, sabedor de que, en tal carrera, la geometría euclidiana siempre correría en su contra. En este blog cabían recomendaciones y críticas de libros, artículos literarios propios, relatos, novelas lumpen por entregas o reflexiones filosóficas originales y primigenias. Como diría Wittgenstein, "el límite sólo podrá ser trazado en el lenguaje, y lo que reside más allá del límite, será simplemente absurdo". Nuestro blog no podía evitar sentirse fascinado por Wittgenstein. Nadie sabe exactamente por qué, aunque todos pueden imaginar distintos motivos.
                   La primera vez que el blog recibió un artículo sintió que, por fin, podía salir a la luz con la cabeza alta. Sonrió. Nunca más le insultarían los partidarios del ciberhorror vacui por ser un blog oscuro y sin contenido. Después de un parto largo, doloroso y absolutamente no lineal, Steller's Kulture había nacido con el sublime objetivo de conectar a hermanos y hermanas, sobrinos y sobrinas, congéneres biológicos, no biológicos y semibiológicos. Había llegado al mundo para generar en nuestras manos un pedazo de espacio-tiempo deformable y obediente, que saltara y pirueteara a nuestro antojo y según nuestros deseos, contrayendo el tiempo allí, o haciendo nacer de la nada un agujero negro más allá. 
               Ahora, nosotros, como los eternos hacedores de mundos, dotaremos de contenido a este meteórico fragmento de cosmos, para que pueda crecer hasta convertirse en un...




Historias que escuché más allá del océano





"Este animal no sale del agua, en la cual tiene su habitación exclusiva. Su piel es negra, muy gruesa, dura y desigual en su superficie, e imita, según Esteller, la corteza de una vieja encina. Es hasta tal punto resistente, que apenas el mejor instrumento puede entrarle. [...] Los Estelleros son extremadamente voraces, casi siempre están cazando, y entonces, nada es capaz de distraerlos ni de hacerles huir. [...] En la primavera, cuando la naturaleza, como muerta bajo los fríos y los hielos, se reanima y calienta, es cuando los estelleros buscan compañía y se entregan a la reproducción; para hacerlo, siempre escogen un tiempo sereno, una mar tranquila y una hermosa noche."
Buffon: "El Estellero Boreal"
Obras Completas" Tomo XXIII
Ed. Madrid 1849